martes, 19 de octubre de 2010

Nunca es suficiente

A veces en la vida, no basta con ser amado.

A ver si consigo explicarme.
A ver si alguien logra entenderme.

Es sencillo ser una persona amada y adorada.

¡Qué cálida es la sensación que recorre cada micrómetro de la piel cuando te topas con esos ojos brillantes, que sonrien sin necesidad de tensar la boca, que reflejan tu perfecta imperfección, que gritan al mundo su veneración por tus huesos!

¡Cuánta ternura pone en su empeño de cuidarte, de respetarde, de escucharte, de mimarte, de tenerte siempre cerca, de quitar problemas de tu espalda para llevarlos sobre la suya, de suavizar tu día a día...!

...en definitiva, de hacerte feliz.







No pretenden, aquellas locas personas totalmente enamoradas sino lograr tu absoluta dicha. A cualquier precio, a través de cualquier sacrificio. Si el capricho más estúpido y tonto del mundo te hiciera feliz, sería capaz de desintegrar el universo átomo a átomo para conseguirlo.

Es difícil en ocasiones superar los desengaños de la vida, pintar la gris desilusión que viste mil cuerpos insepultos, volver a ser límpidos y transparentes como agua que corre por inercia hacía la parte baja del manantial.

Parece que nos cuesta volver a ser un poco locos, nos da miedo volver a sentir ciertas cosas. Preferimos seguir gruñendo y refunfuñando contra el mundo en vez de dejarnos llevar para volar en libertad con ese ángel que nos vela.

Y esas mismas barreras nos impiden, muchas veces, devolver una mínima parte de todo lo que recibimos (apartad afanes materialistas, os lo ruego!!). Incluso somos incapaces de valorar y agradecer nuestra suerte.

Entonces la persona que ama se agota. Se aburre de mostrar pero no ver nada. Se cansa de no escuchar ni un eco de sus canciones de amor.

Entonces esa persona deja de amar. O lo que es aun peor, quiere dejar de hacerlo.
Puede que solo lo intente, sin llegar tal vez a conseguirlo en mucho tiempo. Sin llegar a conseguirlo jamás. Sembrando dicha infinita.

En ese caso ya no es tan sencillo ser amado. Es doloroso verse "abandonado" por lo acostumbrado. Y viene una avalancha de sentimientos, situaciones y acciones tan variada como personas existen.

Al final, todo el mundo es siempre amado por alguien. Lo complicado es ser capaces de devolver. Lo difícil es ser un "amante", un "amador".

Aun a pesar de escupitajos en la cara, nada hay más satisfactorio que saber que amas, con certeza, con locura, con total intesidad.

Eso es algo de lo que no puedes arrepentirte nunca. A pesar del sufrimiento...

Princesa de la Incógnita


[Mi inspiración de hoy: Victor Hugo - Los Miserables
"Ser ciego y ser amado, es, en este mundo en que nada hay más completo, una de las formas más extrañamente perfectas de la felicidad. Tener continuamente a nuestro lado a una mujer, una hija, una hermana, que está allí precisamente porque necesitamos de ella; sentir su ir y venir, salir, entrar, hablar, cantar; y pensar que uno es el centro de esos pasos, de esa palabra, de ese canto; llegar a ser en la oscuridad y por la oscuridad, el astro a cuyo alrededor gravita aquel ángel, realmente pocas felicidades igualan a ésta. La dicha suprema de la vida es la convicción de que somos amados, amados por nostros mismos; mejor dicho, amados a pesar de nostros; esta convvición la tiene el ciego. ¿Le falta algo? No, teniendo amor no se pierde la luz. No hay ceguera donde hay amor. Se siente uno acariciado con el alma. Nada ve, pero se sabe adorado. Esta en un paraíso en tinieblas."]


2 comentarios:

caronte y princesa de la incognita dijo...

Que bueno es volver a leer algo de ti señorita, que bonito ver que despues de tanto tiempo....... ahún seguimos vivos.


caronte

caronte y princesa de la incognita dijo...

El otro día lo estuve pensando... son 4 años ya... y seguimos vivos.

A ver si arrancamos con esto de una vez.

Seguimos leyendo...

Princesa de la Incógnita